
El primer libro, La hierba del diablo (rebautizado como El Pistolero), comienza con una frase inicial ya mítica como tantas otras: "El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba en pos de él". Así es como se nos presenta al último pistolero Roland Deschain de Gilead, corriendo tras Walter, El hombre de negro, en busca de venganza. Roland es un tipo enigmático de carácter serio y frío, personaje que King reconoce como inspiración del Hombre sin Nombre de la Trilogía del dólar, caracterizado por Clint Eastwood. A medida que avanza la historia se descubre que su verdadero destino no es Walter, sino alcanzar La Torre Oscura, un edificio mítico que no sabe si es real o una metáfora, pero que según narran las leyendas hace de nexo entre todos los mundos. Y es que en La Torre Oscura hay más de un mundo, está en el que vive Roland, un mundo distinto al nuestro pero que recuerda al oeste americano y en el que hay viejas reliquias de una sociedad altamente avanzada aunque ya desaparecida, que podría ser la nuestra extinta hace años. El mundo se ha movido y el tiempo no fluye de forma ordenada, pero Roland sigue avanzando en su búsqueda, en la que se encuentra en su camino con unas puertas que lo teletransportan a otro mundo, esta vez sí que es el nuestro y más concretamente en Nueva York, donde recluta a tres compañeros que le ayudarán en su aventura: un yonqui, una mujer negra minusválida con triple personalidad y un niño.
Así que La Torre Oscura comienza como un western futurista, pero poco a poco ves que la cosa se complica alocadamente con lo que parecen viajes en el tiempo a través de puertas, pero en verdad son diferentes enlaces a mundos que cuelgan de la torre. Analizar la trama completa es tarea ardua, ya que el hilo argumental es muy irregular y toca todos los palos, pero está claro que la base toma ideas de El Señor de los Anillos: el grupo protagonista forma una compañía, aquí llamada ka-tet; hay palantires con el nombre de pomelos; torres de por medio; a una parte del mundo se la conoce como Mundo Medio en clara alusión a la Tierra Media y también se crea un lenguaje propio como es la Alta Lengua. Y es que King es un tipo peculiar, sistemáticamente etiquetado como escritor de terror, pero que en los hasta catorce libros que tengo suyos he podido comprobar que se mueve más por la ciencia-ficción, las historias de vampiros y la fantasía, ya que casi siempre hay algo irreal de por medio. Suele meter bastante paja en las historias, con lo que en verdad cuentan menos de lo que parece por la cantidad de páginas, pero que curiosamente es de fácil lectura y entretiene a más no poder.
La verdad que las ediciones de esta saga en nuestro mercado no están muy cuidadas, ya que cuando las empecé a buscar los primeros tomos andaban descatalogados y los tuve que conseguir de segunda mano, pero ahora han vuelto a editarlos. De hecho, tengo de hasta tres editoriales diferentes y tampoco hay un pack que te venda toda la historia completa. En cuanto a adaptaciones, está el magnífico cómic que cuenta el nacimiento del pistolero a modo de precuela, que es lo que se relata en el cuarto tomo de la serie. Y estos últimos días suena fuerte la adaptación cinematográfica, que se las puede traer. Va a correr a cargo de Ron Howard y como protagonista se rumorea a Javier Bardem. La idea de Howard es realizar una trilogía de films que enlacen entre ellos con una serie de TV. Vamos, un lío como ya es en sí el argumento, pero no por ello deja de ser fantástico.