¿Por qué no nos huele mal nuestra mierda?

Esta duda existencial mítica, aún sin demostración científica, fue planteada por miman en una acalorada conversación. ¿Por qué huele tan mal la mierda ajena y en cambio la propia huele a rosas? Ante tal enigma abro aquí en los comentarios de este blog una mesa redonda para debatir acerca del tema, que puede decidir el destino del mundo y salvar al planeta del cambio climático. Ya que yo creo que el cambio climático es producido por los gases que soltamos a la atmósfera, pero no gases de coche o de fábricas, ¡Qué coño!, gases humanos, vamos, pedos de toda la vida. La mierda ha sido tratada desde diversos ángulos en este blog en anteriores ocasiones, pero aún quedan muchos más misterios por resolver, muchas preguntas al lector. Como porque a veces al cagar un mojón desaparece por inercia o arte de magia por la taza, que cuando vas a tirar de la cadena ya se ha ido el solito. Dios mío, este mundo es maravilloso, que de cosas curiosas esconde. Y por último, ¿Usted cuantas veces caga al día?