lunes, 2 de noviembre de 2009

XXIX Cursa de l'Amistat


Ayer los mamarrachos runners habituales corrimos la Cursa de l'Amistat. En la vida creía que me iba a decidir por apuntarme a correr tal locura. La cursa la organiza la tienda Mates de zapatos artesanos en Hostafrancs y tiene un recorrido final de 16,8 km que va de pico a pico de Barcelona, desde el castillo de Montjuïc hasta el pie del parque de atracciones del Tibidabo. 500 metros de desnivel, prácticamente toda la carrera en subida.
La cosa comenzó bien. En la tienda nos dijeron que en las torres venecianas de Plaça d'Espanya habría lanzaderas que nos subirían hasta el castillo para comenzar la carrera a las 8:00. Nosotros esperábamos algún tipo de bus para subirnos, pero que va. Resulta que las "lanzaderas" eran coches privados con un letrero de organizador que subía a la gente de 4 en 4. Hasta que llegó nuestro turno en la cola: apareció una furgoneta Ford Transit que abrió las puertas y dijo subid todos los que quepáis. Pues hicimos caso y se subió todo lo que quedaba en cola, yo diría que más de 20 personas. Todos hacinados en la parte trasera del furgón de mercancías sin asientos ni nada. Peor que ganado jajaja. Y para más inri, sin ventanas ni iluminación ni nada. Ahí dando bandazos y uno agarrándose donde podía hasta llegar al destino. Hubo las normales bromas y chistes sobre la única mujer que iba en la furgoneta rodeada de maromos, con lo cual se me hizo corto llegar a destino.
Una vez en el castillo nos dio tiempo a dar una vuelta de calentamiento al foso. Hasta que comenzó la carrera, sin linea de salida ni nada. Primeros kilómetros fáciles en bajada por la montaña, haciendo entera la avenida del estadio. Pero la subida ya comienza cuando llegas al Paral·lel. Eso sí, para ser una carrera no oficial y gratuita, tiene mucho curro el cortar todo el Eixample de abajo a arriba para que pasásemos. Casi 3 o 4 urbanos y un coche por cruce de la calle Entença. Después nos desviamos para pasar por debajo de L'Illa Diagonal y coger la calle Major de Sarrià, una zona que no había pisado en mi vida. Pero la verdad de la carrera llega cuando pillas la Carretera de Vallvidrera, ahí si que viene lo bueno. De que ves la pendiente del funicular piensas que tú debes subir eso zigzagueando. Impresionantes vistas entre la neblina hasta ir alcanzando poco a poco la Torre de Collserola. Nunca había recorrido tanta distancia seguida, para mí fue todo un logro llegar a la meta corriendo. Cierto es que el trote de pena que llevaba los últimos kilómetros era casi igual que ir andando, pero bueno. Al final 1:50 de tiempo, aunque no es una carrera ni para hacer marca ni para competir. Una experiencia que hay que vivir.
Y a la llegada un montón de regalos, muchos más que en cualquier carrera de pago, chapeau para la organización: refrescos y patatas chips para picar, colonia Sport Man y champú de Genesse, Barrita Hero Muesly, Cacaolat con una taza, bollería Panrico, Actimel, una mochila-bolsa... y luego va y me toca un enorme sorteo con otra mochila, una gorra y un tupper del Barça XD.
La pega de la carrera está en como bajas después del Tibidabo. Nosotros elegimos la opción de a pata entre senderos y la Carretera de les Aigües hasta empalmar con la avenida Tibidabo para pillar en la plaza Kennedy los ferrocarriles. Por si no habíamos correteado ya suficiente.

1 comentario:

Miman dijo...

A mi me encantó la carrera y ya tengo ganas de volver el año que viene, sabiendo el recorrido se puede uno dosificar mucho más. Me encantó el final con la niebla, parecía épico jeje. Cursa recomendable 120%.

He leído que a un grupo de personas que iban en la furgoneta antes que nosotros, les paró la poli y les hizo bajar a todos, tuvieron que llegar hasta el castillo andando. Suerte tuvo el conductor de que no le metiera un buen puro.

Saludos.