Amsterdam - Capítulo V

Día 5 – El último día lo dedicamos a hacer el longuis cosa mala. A andar porque sí sobre nuestros pasos. Por la maniana vimos la casa más estrecha del mundo, un pedazo mansión de poco más de un metro de ancho. Que espacioso se debe vivir ahí. Mirad si es estrecha que nos la pasamos de largo cuando la buscábamos. También vimos un bareto tipical spanish llamado Joselito, pero no nos dio por entrar debido a las horas tempraneras y porque el ambiente era más guiri que en cualquier otro bar. Por esa zona a plena luz del día descubrimos otra especie de mini barrio rojo pero más cutrillo.

La casa más estrecha del mundo

Continuamos pateando lo que faltaba para la hora de comer. Así que nuestros pies nos llevaron a un barrio más residencial como es Haarlem. Pudimos ver algo diferente de la ciudad, otras gentes, colegios! En comparación a una zona comercial como el centro de Amsterdam, aquí podemos ver cadenas de supermercados, cafeterías, tiendas de electrodomésticos en vez de las ya cansinas tiendas de souvenirs, sex-shops o de comida rápida (esto en ambos sentidos). Este barrio va paralelo a las vías del tren hasta llegar a la puerta que os muestro a continuación, que me recuerda a la de Brandeburgo:

Haarlem

Esa tarde no hicimos otra cosa que ver la tele en el hotel. Es curioso que la mayoría de programas extranjeros los emiten en inglés subtitulados al holandés. Así salen aprendidos los chiquillos con las dos lenguas. Ya anochecido fuimos al coffee shop más antiguo de la ciudad, The Bulldog. Un ambiente muy tranquilo y agradable, hasta tienen su propia bebida energética estilo Red Bull. Y lavabo!, cosa no muy usual en los locales amsterdameses.

The Bulldog

Mega hit photo compilation sobradas vol.IV:

Parking de bicicletas (será que no hay)

Patriotismo

Malas hierbas

Carromato

Fauna amsterdamesa (podríamos incluir a los camellos en ella)