Barcelona, city of desires

Como todos los años, cuando se acercan estas fechas la ciudad se cubre de ambiente navideño. Bueno, llamaremos ambiente a adornar cuatro calles con cutre luces. Parece que cada vez se adelanta más lo que llamamos hipócrita Navidad y consumismo desorbitado. Y además este fin de semana como coincide con el puente de la Purísima, las calles estas saturadísimas. Yo creo que sobra un poco de gente en esta ciudad, cada día hay más hordas de descerebrados.

Pero aparte de esto, las fiestas aún siguen conservando algo de misticismo y tradiciones. Una de estas costumbres es la Fira de Santa Llúcia. Feria que se encarga de vender todos aquellos artículos relacionados con la Navidad: figuritas de Belén de todo tipo, donde son famosos sus caganers de celebridades (hay novedades como: Messi, Tamudo, Sarkozy o Albert Om); abetos; Caga Tió; musgo... Este año las tiendas han sido desplazadas en su totalidad a la Avinguda de la Catedral, debido a las obras de restauración que se están realizando en el templo.

Fira de Santa Llúcia

Otra de las cosas típicas de cada año es el Belén que montan en la Plaça Sant Jaume. Esta vez el portal vuelve a ser clásico como el del año pasado. Después de olvidar el de 2004, patochada con butanero y barrendero o el de 2005, nacimiento dorado metido en una urna, todo tan minimalista. Este año las figuras son de madera y de tamaño natural, algo más tradicional y que contentará a todo el mundo.

Pesebre de la Plaça Sant Jaume