miércoles, 12 de noviembre de 2008

Enric Sagnier i Villavecchia

Aunque este hombre no es un pequeños personaje, sino más bien todo lo contrario, si que es un gran desconocido para todo el mundo al menos por su nombre, no por su obra. Pero Enric Sagnier i Villavecchia (1958) puede presumir de tener en pie un buen número de edificios importantes en Barcelona y en cambio no es tan reconocido como otros arquitectos del modernismo catalán como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner o Josep Puig i Cadafalch. Tan grande es este número que posiblemente sea el autor con más edificaciones en la ciudad, más de 300.
Comencemos a atacar su obra. El buen hombre se inició ayudando en la reforma de la capilla de Sant Josep en la Basílica de Montserrat en 1884. Después de muchos otros trabajos menores por Barcelona y alrededores ya viene uno de renombre, de 1888 a 1911 se dedicó a realizar el Palacio de Justicia de Barcelona, el cual hoy será sustituido por la nueva Ciutat Judicial de L’Hospitalet de Llobregat. El edificio se hizo cerca del Parc de La Ciutadella aprovechando el tirón arquitectónico de la Exposición Universal de 1888. A la par, aunque comenzada después y terminada antes, de 1896 y 1902 construyó la Aduana del Puerto de Barcelona.


Palacio de Justicia


Ya en pleno modernismo a principios del siglo XX vino su obra más importante, el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón en el Tibidabo. La construcción duró de 1902 a 1961, con la dirección desde su muerte (1931) a manos de su hijo Josep Maria. El edificio se basó en la línea del Sacré-Cœur de París y tuvo como colaborador en la cúpula al escultor Frederic Marès (cuyo trabajo fue remplazado después por otro). También proyectó con motivo de la visita del rey Alfonso XIII a Barcelona el 6 de abril de 1904, un arco de triunfo en Passeig de Gracia, el cual ya no existe hoy día.


Sagrado Corazón


Donde se demuestra su anonimato es por ejemplo en la Manzana de la Discordia, también en Passeig de Gracia. En ella están las famosas Casa Batlló de Gaudí, la Casa Amatller de Puig i Cadafalch y la Casa Lleó Morera de Domènech i Montaner, pero lo que casi nadie sabe es que ahí mismo, en el número 37 está la Casa Ramon Mulleras, reformada por Enric entre 1910 y 1911. El mismo año hizo también el Real Club Marítimo de Barcelona, derribado en 1957. Y remarcamos ya como último gran edificio de este señor la sede central de la Caixa de Pensions de Barcelona en Via Laietana 56-58, en la esquina con Carrer de les Jonqueres, de 1914 a 1917. Antes de su muerte formó parte como jurado en la adjudicación de proyectos para la Exposición Universal de 1929 en Montjuïc, fallando a favor entre otros, por el Palacio Nacional.


Sede de la Caixa

8 comentarios:

Anónimo dijo...

EXCELENTE TRABAJO DE BUEN PALETA.....JAJAJAJA

JORDI dijo...

Enric Sagnier merecia este post y otro que le haré yo ( te has adelantado je je ).Un personaje que ha pasado de puntillas, y que al menos yo, vivo rodeado de su obra. Bueno Mamarracho, muy bueno.

Kenuxo dijo...

Muy buen articulo. Cierto es que este gran autor no es tan reconocido como los otros, teniendo practicamente toda Bcn rodeada de sus obras... El problema? Que son edicificios del Dia a Dia, salvo alguna excepcion...

Agustín dijo...

guau, el tipo es un genio, la construcción del sagrado corazón duro 59 años, no me los puedo creer!!! y hoy en día las hacen super-rápido jajaa, como avanza la tecnology....

saludetes!!

mamarracho dijo...

Bueno, otro templo expiatorio, la Sagrada Familia lleva desde el 1882 y lo que le queda Agustín.

Bernal dijo...

Joer... buen post.
¿estás de examenes?
:D

Un saludo!

La Rotonda Barcelona dijo...

La Rotonda, otro edificio que fue ampliado por Enric Sagnier i Villavecchia, esta en peligro a causa de un plan urbanístico actual, de iniciativa privada, que ya ha sido aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona y prevé el derribo del 80% del edificio de La Rotonda, modificando radicalmente el volumen original.

Web informativa: La Rotonda Barelona

Video Documental: La Rotonda Terminal

mamarracho dijo...

Pues vaya, sé de alguna vez que he pasado por delante que ahora es propiedad, como no, al igual que el 90% de BCN, de Núñez y Navarro.