jueves, 4 de noviembre de 2010

Campurrianas



Auténticas e inimitables son siempre las Campurrianas, como su propio lema dice. Unas galletas ya míticas de la casa Cuétara que se han convertido en habituales en mis desayunos. Son de elaboración tradicional y artesanal con lo cual nunca verás dos cajas iguales, siempre les cambia algo la forma y unos días están más tostadas que otros. Sin conservantes ni colorantes y totalmente exentas de grasa animal, ya que están hechas con Oleosan. Lo curioso es que al natural no me gustan mucho porque parecen duras y terrosas, pero en cuantos las mojas en leche cambian totalmente y se convierten en esponjosas y pastosas, metiéndose por todos los huecos de los dientes generando unos bonitos paluegos.

2 comentarios:

Miman dijo...

Buenísimas. Yo desayuno con cereales, pero cuando estoy por casa con hambruna siempre caen unas cuantas, a palo seco

mamarracho dijo...

Las Campurrianas gustan de todas las maneras. A ti te gustan secas, a mi con leche, a otro le gustarán con café o con vodka.