Una mañana repleta de templos. Pero antes de nada exponer algunas primeras impresiones nada más pisar la calle: nos damos cuenta que los taxis son de unos colores súper horteras y que llevan pañitos hechos por la abuela en los reposacabezas, aparte de que el conductor lleva guantes blancos (también hay algunos taxis con un corazoncito en el techo, no sabemos si taxis del amor); el cableado, tanto de luz como de teléfono, va siempre por fuera, llenando la calle de todo un entramado de hilos; hay máquinas de vending (casi siempre de bebidas) por todos lados, cada 100 metros y te puedes encontrar monjes locos rezando por la calle que parece que te persiguen.
Salimos del albergue dirección norte y al cabo de bastante rato el primer templo que vimos fue el Kitano Tonman-gu, más que nada porque era gratis y nos lo encontramos de camino. Después fuimos hacia el Pabellón Dorado (Kinkaku-ji) previo pago de 400 yenes. Precioso templo con toda la fachada pintada de oro y donde vimos la mayor masificación de guiris del día. De ahí tiramos al templo Ninna-ji, donde hay una pagoda de 5 plantas y que también es gratis. Por último por la misma zona está Daitoku-ji (400 yenes y no se pueden hacer fotos) donde está el famoso jardín Zen de Daisen-in. Aunque ya iba avisado, realmente es un auténtico bluff. Un montón de piedrecitas rastrilladas con 4 pedrolos que ni el propio pavo que lo hizo sabía que significa ni que interpretación darle.
Después de tanto templo ya teníamos hambre, pero antes de comer Anta y yo nos hicimos unas fotos con las primeras mujeres que vimos vestidas con kimonos de gala. La comida fue la primera 100% japonesa que pedimos, aunque sea de baja ralea: una bandeja Bento donde había de todo, arroz, pescado rebozado, pollo, hamburguesa con extra de cebolla, ensalada y muchas otras mierdas extrañas que no sé bien que eran pero estaban buenas o aceptables simplemente. Comimos sentados en un banco de los jardines del Palacio Imperial, lugar que solo pudimos ver desde fuera ya que estos días anda cerrado por la Golden Week.
También pasamos por fuera el castillo de Nijo o mejor dicho su muralla, para pillar en la parada de JR del mismo nombre el tren (similar a un Cercanías) hacia el Santuario Fushimi Inari, al sur en las afueras de la ciudad. Antes destacar que por Kioto cuesta ver tanto bancos para sentarse fuera de parques, como fuentes o papeleras. En cuanto a Fushimi decir que es impresionante, un montón de toriis (puertas de los templos, que separan lo sagrado de lo pagano) encadenados sin fin por toda la montaña. Muy chulo la verdad y más aun atardeciendo como lo vimos y con cuervos revoloteando por todos lados (parece que los cuervos son casi como palomas aquí, menuda plaga, aunque palomas también las hay).
Ya de vuelta en el albergue, la japonesa nos ha recibido efusivamente con un abrazo, para Anta que va fumada. Vemos también que hay 2 nuevos pavos como huéspedes sustituyendo en nuestra habitación de 6 a dos inglesas que llegaron cuando nosotros ya estábamos dormidos y que se han ido de día fugazmente. Pues uno de estos dos tíos es un oriental que pierde aceite y al que el mismísimo Anta le ha visto una toalla con los colores de la bandera gay. Dice Joaka que ya no puede dormir tranquilo esta noche, se pondrá con el culo de cara a la pared ya que lo tiene acostado cama con cama, que exagerado que es. Con esto y un bizcocho, dejamos para mañana la visita al barrio de Gion, buenas noches.
Mega hit photo compilation sobradas vol.XXXI:
4 comentarios:
que guay, ¿o he de decir "que gay"? Bromas a parte, sigo con mi envidia cochina aunque si he de pensar en mi bolsillo se me quitan un poquito.
salu2
jajaaja, yo es que no podria ir, no me gusta esa comida jaja, pero bueno, con respecto a lo de las caminatas, que bien que aprovechen el dia al máximo jejeje, y por la noche tengan cuidado, aconsejaria colocarse un corcho en el c****
jajaja
saludetes!!
jejeje, que crack eres, le pides una foto a dos japos y luego lo posteas como admiradoras xD
No nos ha salido tan caro al final Vega, menos de 1500 euros los 18 días.
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